martes, 12 de abril de 2011

Tarragona es molona

Desde pequeño siempre me ha gustado mucho el mundo romano, me he empapado de su cultura e historia leyendo a sus mejores historiadores, Goscinny y Uderzo, vamos, que me he leído todos los tebeos de Asterix.
Además, me he visto Gladiator unas 356845 veces. Yo de Mayor quiero ser Máximo. Me visualizo diciéndole a algunos que yo me se (y cuyo nombre me callo) eso tan apoteósico de "Y alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra". Uff, se me ponen los pelos como escarpias solo de recordar la escena. Yo soy Cómodo en esa escena y me hago caquitas.

El caso es que dada mi ansia por conocer la historia romana, que a Mérida ya fuimos Elaine y yo, y que Roma nos pillaba lejos, decidimos ir a Tarragona y hace un par de días que hemos vuelto.

Tarragona está bien, su eslógan podría ser: "Tarragona es molona", bueno, en catalán, que no se cómo se dirá, aunque lo mismo ya no rima. Pero bueno, que me desvío. Aunque está bien, le falta algo...veo la ciudad como una chica muy guapa a la que ves recién levantada, con los pelos como Medusa y con unas bolsas en los ojos como sacos de dormir. Es algo parecido, muchas ruinas, muy chulas pero algo abandonadas y dejadas.
Introduzco la nota seria del post y es que nos enteramos que en su día hubo un referendum en la ciudad para decidir si enfocar la economía al turismo o a la industria. Y ganó la industria. Y se nota.
A nivel turístico (romano, sobre todo) está muy poco explotada la ciudad. Da un poco de pena ver el enorme teatro romano vallado, todo ruinoso y sin movimiento a pesar de que se anuncian futuras obras de rehabilitación.

A pesar del poco turismo como el que Elaine y yo practicábamos, fue inevitable encontrarnos casi en cada sitio con las masas ingentes de excursiones escolares y del imserso. En el museo arquelógico (lo mejor de la ciudad) hasta uno pasa miedo. Estás tan tranquilo, tú solo, en la cuarta planta viendo esculturas y de pronto oyes el estruendo de las hordas de Mordor subiendo por las escaleras, gritando, con un escándalo que ni Bisbal en las fiestas de mi pueblo.

En cuanto al anecdotario tarraconense destaco los siguientes puntos:

- Conocimos a un espeluznante ser...LA MUJER DEL DESAYUNO. Una mujer ya bastante (in)madura con la que coincidimos en todos y cada uno de los desayunos del hotel. Porque estábamos en una primera planta, si no, me tiro por la ventana para acabar con aquel sufrimiento. Esta mujer no paró de hablar en ningún momento. Su tema favorito era la política y ¡qué perlas soltaba! En una misma frase podía juntar las palabras "fulana", "Primo de Rivera" y "Stalin" y quedarse tan ancha. Todos los días pilló a un pobre hombre por banda al que le dió la brasa. Pido a Dios por el alma de ese buen hombre.

- Como Elaine y yo somos de emociones fuertes y nos gustan los deportes de riesgo, decidimos montarnos en el trenecito turístico de Tarragona. Allí a 20Km/hora pasamos miedo. En un momento del paseo, atravesando las estrechas callejuelas del casco antiguo, un coche intentó adelantarnos por un hueco más inexistente que el graduado escolar de Belén Esteban. Sobra decir que en cuanto el tren se movió 30 centímetros escamochó totalmente el coche. Para que no se me tache de machista no diré si la conductora del coche era hombre o mujer.

Me hubiera gustado ir a Port Aventura a ver el recién inaugurado mundo de Barrio Sésamo, pero era muy caro para un dia. Sniff, otra vez será.

Y este ha sido el resumen del viaje.

Fin.

viernes, 1 de abril de 2011

El plan B

Han pasado 2 semanas desde que volvimos de Tokio y aun sigo sumido en una gran tristeza. Si quereis saber cómo me siento imaginaros viendo ET, la escena en la que ET está moribundo en una charca, con la llorera que entra, pues imaginaros que encima aparece en escena Pancho gritando "¡¡¡Chanquete ha muerto!!!¡¡¡Chanquete ha muerto!!!". Pues así me siento yo.

Como aun queda mucho para el viaje a Nueva York, Elaine y yo nos hemos planteado hacer algo en este tiempo, ya que, aunque nos gusta mucho Madrid, necesitamos algo más para desintoxicarnos de lo vivido en este mes.

Nos hemos planteado 2 opciones.

Vacaciones europeas

Pasar unas semanitas en alguna ciudad europea de nuestro gusto. La que se lleva la palma no es Cannes [nota del autor: chistazo solo para cinéfilos], sino Londres. Estuvimos allí hace unos años y siendo fieles a nuestra buena suerte viajera vivimos la Semana Santa más fria en 50 años, con nevadas constantes y temperaturas por debajo de 0ºC.
Tendríais que ver las fotos, salgo tan arropado y tapado que bien podría ser George Clooney el que sale en las fotos, aunque dada mi estatura, más bien se me confundiría con Torrebruno.
El caso es que Londres nos gustó mucho y queríamos repetir, además, ¡¡con suerte coincidimos con la boda de Guillermo y Kate Middleton!! ¡Y podríamos comprar muchos souvenirs como platitos con sus caras o tapetes conmemorativos del bodorrio!

Aventura tipo Labordeta

La otra opción, más barata y con menos problemas logísticos es emular a Labordeta, cogernos el petate y recorrernos esos pueblos de España que aun no conocemos.

De todos estos sitios el principal candidato es el Norte, poco conocido por los 2. Habíamos pensado hacer parte del Camino de Santiago empezando en la estación de RENFE de Santiago, lo que viene a ser kilómetro y medio de caminata hasta la plaza del Obradoiro. ¿Que por qué no hacemos el camino como Dios manda desde Leon o más lejos? Direis algunos, pues básicamente por 2 motivos:
- Los bichos. No los soporto y el camino estará lleno de avispas, abejas, arañas, alacranes, saltamontes, serpientes...se me ponen los pelos como escarpias solo de pensarlo.
- Soy un enclenque y debe ser muy duro. Me visualizo haciendo el Camino de Santiago y me veo como Frodo camino de Mordor.

De todos modos, el primer destino lo tendríamos claro: Tarragona.

A Elaine y a mi nos molan los romanos que no veas. Yo creo que son los mejores. ¡Qué tios! Tú es que imagínatelos, eran brutos y salvajes como ellos solos, pero ahí les tienes con un ingenio que pa qué. ¿Que no tenemos agua en la ciudad? Pues construimos una especie de puente de kilómetros de largo que la traiga desde las montañas. ¿Que huele mal en las calles? Pues inventamos las alcantarillas. ¿Que el parqué está frio en invierno? Pues metemos unos conductos con agua caliente bajo el suelo y ¡ahi tienes! La calefacción.
Y no inventaron el metro porque aun no existía el bono transporte y no les salía rentable.
Y todo esto hace miles de años, sin Ferrovial, ojo. Imaginaros ahora, si para hacer cualquier chorrada se tiran 10 años. ¿Qué no? Tengo pruebas y no es broma:



Sacado de esta noticia. Ahí es ná. 3 meses para cambiar 3 farolas, ¡that's Spain!

Total, que como Mérida ya la conocemos y Tarragona tiene la hueva de cosas romanas, es el primer candidato español.

Y tras analizar pros y contras nos hemos decidido por el conocimiento patrio y hacer excursioncillas por el territorio nacional, conociendo sus monumentos, poniéndonos cerdacos de morcillas, jamones, fabadas y demás y haciendo alguna que otra ruta enoturística, aunque total, no nos valen para nada porque en los restaurantes seguimos eligiendo el vino en función del precio y de si nos mola el nombre o no.