domingo, 14 de agosto de 2011

Washington D.C.

Anoche Elaine y yo volvimos de nuestra primera escapada: Washington.

Washington es famoso porque Forrest Gump dio un speech junto al obelisco y porque siempre es el primer objetivo en las invasiones alienígenas. Precisamente por esto yo aconsejo no vivir ahí porque en caso de invasión real las posibilidades de muerte, de que te abduzcan y usen tus fluidos corporales como alimento o, pero aun, que te metan una sonda por cualquier agujero son del 100%.

Tras este desvarío un resumen de lo acontecido e impresiones.

Día 1
El Mall es un enorme parque alrededor del cual se alzan los monumentos y museos más importantes de Washington, los famosos Smithsonian.
Como llegamos por la tarde y el hotel estaba justo al lado, el resto del día lo dedicamos a recorrernos su casi 4 km.
De todo lo que vimos, lo que más impresión me causó fueron las enormes libélulas que vuelan por el parque, tan grandes que una disecada bien podría estar en el Museo Smithsonian del Aire y el Espacio.

En cuanto a los monumentos, algo deslucido porque la enorme piscina que sale en Forrest Gump había sido drenada y estaban de obras. Aunque el resto de monumentos, el de Abraham Lincoln, el de Corea, el Obelisco y el Capitolio, por poner un ejemplo, seguían siendo tan chulos como yo los recordaba.

La última visita del día fue a la Casa Blanca. Un detalle muy feo que Obama no saliera a saludar a las decenas de fans que estabamos allí.

Día 2
Este día será recordado por perder casi 1 hora haciendo el ganso en el metro. Que alguien que lleva más de 30 años usando el metro de Madrid se equivoque, no una, sino 2 veces en el metro de una ciudad es lamentable.
El caso es que elegí mal 2 veces la línea y así perdimos casi 1 hora.

Menos mal que ibamos con tiempo y pudimos seguir cumpliendo el plan. Así vimos el monumento de Iwo Jima (tal vez lo que más me gusta de todo Washington), el cementerio de Arlington (una vez más me dejé por ver la tumba del soldado desconocido, pero estaba muy lejos y pegaba el sol cosa fina), y el Pentagono. Aunque nosotros vimos un triágulo más bien porque sales del metro tan pegado que no hay perspectiva alguna para ver su enorme tamaño.

Depués una de las visitas estrellas del día. El Museo del Aire y del Espacio. Si no están equivocados o exageran, los folletos dicen que es el museo más visitado del mundo. Debe ser cosa de los peques, que los hay a miles y se lo pasan en grande con las salas con jueguecitos para ellos.
Una vez más, un museo imprescindible te guste o no la aviación.

Y terminamos el día visitando el pueblo/barrio de Alexandría. La parte más antigua de Washington.
Lo recordaba con mucho encanto de mi primer viaje y no me decepcionó tampoco esta vez. ¡Tienen un trolley gratuito que te recorre el pueblo! ¡Gratuito! Casi me emociono. Creo que es de lo poco que no he pagado en todo el viaje.
Y el pueblo es precioso, con sus casitas de madera, su muelle, su barco tipo Mississipi...y por supuesto, sus mil restaurantes y tiendas de souvenirs totalmente enfocadas al turista.

Día 3
La última mañana antes de volver visitamos la National Gallery de Washington, en principio una de las mejores pinacotecas del mundo. Resulta curioso como un Sábado, había grandes colas para ver el Museo del Aire y el Espacio y en la National Gallery estábamos, Elaine, yo y los seguratas.
Creo que ha sido con mucha diferencia el museo que más a gusto he visto.
Y las obras...pues geniales, hace honor a su fama. 3 Vermeers, nada más y nada menos, mucho impresionismo, Turners (bueno, había un Turner que no conocía que era BRUTAL)...podría estar 3 horas enumerando todo lo bueno que tiene. ¡Y gratis también! Como todos los museos del Smithsonian.

Una cosa más de Washington que merece la pena comentar.

El hotel
Escogimos el hotel porque estaba cerca del Mall, a unos 4-5 minutos andando. Y porque según la web, estaba cerca del metro, que es también muy importante. Y hete aquí el problema, lo del metro es una ¡FARSA! Que estaba cerca dice...estaba a tomar por saco del metro, a unos 10-15 minutos, que cuando llevas horas y horas andando es matador.

Luego nos metieron en un apartamento, leches, si la "habitación" en que nos pusieron era más grande que nuestro apartamento en Nueva York y en Madrid.

Eso sí, el tamaño de la habitación era inversamente proporcional a la calidad del desayuno. NEFASTO. El peor desayuno de hotel que he probado en mi vida. Apenas tenian nada y encima, en el ticket que te dan cuando llevas contratado el desayuno te especifican que debes dejar propina, ¡toma ya! Esto de la propina se les está yendo de las manos a los americanos.

Para terminar el post, mañana recibimos la muy esperada visita familiar y empieza nuestra maraton de visitas y excursiones. Tendré material para post pero poco tiempo para escribirlo. A ver cómo me las apaño...

2 comentarios:

Ana Bustos dijo...

Nene, que tus visitas no nos dejen sin posts, porfaplis!!!!!!!!!

wontonsopabuena dijo...

Jeje, no te preocupes, Anita, seguro que un rato saco para escribirlos, aunque lo mismo son algo más cortos, eso sí.