lunes, 8 de agosto de 2011

Cosas de Nueva York

Estimados amigos, confirmo oficialmente que hemos entrado en fase rutinaria-aburrida, bueno, no se puede decir aburrida porque en una ciudad así nunca te aburres, pero sí es cierto que me cuesta encontrar material potable para mis posts.

Afortunadamente esto cambiará en unos días, espero, porque comienza el esperado maratón de visitas y excursiones: primero visita fugaz a Washington, luego recibimos la visita de mis "cuñados", luego encuentro con un amigo con el que coincido casualmente aquí 2 días, luego recibimos la visita de mi hermana y luego nos volvemos para España. Si no saco material para posts de ahí, me retiro de este mundillo.

El caso es que para estos días pasados voy a comentar un par de asuntillos en plan miscelanea, de lo poco que se ha salido de lo normal.

El corte de pelo

Soy bastante maniático con mi pelo, en cuanto crece más de 3 centímetros me incomoda y ya no digamos en verano, por lo que estoy en la peluquería más tiempo que los presentadores de Sálvame. En España no hay problema, pero aquí ya me tengo que buscar un sitio de confianza.
Las peluquerías o barberías que me he encontrado, sin ser muy caras tampoco me resultaban baratas. Además, si ya me cuesta describir cómo quiero mi corte en castellano, ni me imagino en inglés. Total, que la susodicha visita a la peluquería me tenía un poco agobiado.

Por eso, cuando el otro dia entramos en un Duane Reade (las tiendas de por aquí) y vimos de casualidad un kit de corte de pelo, con su maquinilla, sus guias, sus utensilios...todo por 14$ (menos que un corte en una peluquería), Elaine y yo no nos lo pensamos, lo compramos y decidimos lanzarnos a la aventura y hacer un poco el moñas intentándome cortar el pelo por nosotros mismos. En el peor de los casos daría para un post. Aunque ni Elaine ni yo habíamos cogido en la vida una maquinilla eléctrica confiábamos plenamente en nuestras aptitudes.

Este sábado nos pusimos en faena. Tuvimos en primer lugar una fase de "coger confianza con la maquinilla" consistente en cortarme el pelo del antebrazo y de la pierna. Así ahora tengo una calva en el brazo que parece que me he hecho una quemadura de aceite friendo un huevo. Por cierto, consejo idiota, no intenteis probar la maquinilla sin encenderla porque el pelo se engancha en las cuchillas y pega unos tirones que dan miedo.

Una vez cogida confianza, Elaine se lanzó a por mi pelo. Al 3mm por la nuca y los lados y a 9mm por arriba.
La parte de la nuca y los lados bien. Pero por arriba eso no parecía cortar nada. Pelo caía, sí, pero a los dos nos parecía que seguía teniendo tanto pelo como antes. De hecho me estaba empezando a quedar un peinado a lo tazón de esos que odio tanto.

Así que optamos por una solución drástica que fue cortar por arriba también a 3mm. Y esta vez sí se notó, ¡vaya que si se notó! Digamos que estoy muy pelao...pero no ha quedado mal. Hay una pequeña calvita delante pero no da el cante.

Pondría foto pero quiero mantener el anonimato, que con internet nunca se sabe. En cualquier caso ya he hablado por skype por videoconferencia con mi hermana y no me ha comentado nada del peinado, así que muy mal no ha quedado. Estoy muy orgulloso del trabajo de Elaine y del mio, que apreveché para hacer mis pinitos de peluquero también.

El metro

Voy cambiar radicalmente de tema y hablar de un tema muy neoyorquino del que aun no he hablado. El metro.

El metro de Nueva York es muy famoso, principalmente por la suciedad, y hace honor a su fama. Decir que es sucio es decir poco. Ya hemos visto 3 ratas (estas sí ratas, no ratoncillos simpáticos) campando a sus anchas y me parecen pocas. Las capas de pintura de techos y paredes se están desintegrando. Hay un ambiente a asbestos de los más saludable y la gente utiliza el suelo como papeleras de sus metrocards gastadas.
Además, la antigüedad de algunas estaciones hace que sientas auténtico miedo cuando pasa un tren y aquello vibra que riete tú del terremoto que nos tocó vivir en Tokio.

Pero para miedo el que uno pasa cuando entra en un vagón y aquello se pone en movimiento. La velocidad del metro de Nueva York rivalizaría con la del Halcón Milenario en hiperespacio mode. El metro de Nueva York recorre 1 hora en 50 minutos. Esto supone una gran ventaja, si quedas con alguien a las 20:00, por ejemplo, puedes salir a las 20:30 de casa y aun así llegarías pronto.
Pero sus desventajas son que si un dia pega un frenazo o alguien tira del freno de emergencia va a producirse una catástrofe humanitaria.
Aquí no vale el "voy de pie que mantengo el equilibrio". No, no lo mantienes, aunque seas tan bajo como yo y tengas el punto de equilibro en los tobillos.
Y qué traqueteo, ni en mis peores viajes en avión con turbulencias que anuncian el fin del mundo he vivido tanto movimiento. Estoy seguro de que el tren va flotando sobre las vias en más de un momento. Yo creo que descarrila y se "encarrilla" de nuevo 6 veces por minuto.

Otra cosa mala del metro de Nueva York. Lo facil que resulta su uso desaparece completamente los fines de semana. Sin venir a cuento las líneas cambian sus recorridos, las paradas habituales y ni los propios neoyorquinos se saben de memoria estos cambios que parecen quasialeatorios. Así que resulta una aventura coger el metro en fin de semana, nunca sabes donde acabarás.

5 comentarios:

chicha dijo...

Siempre se imagina uno que New York es lo más de lo más y nunca que puedan tener un metro de pena como el que describes, que el pais más poderoso de la tierra este empezando a deteriorarse ya no es una sorpresa....mucho mirar al exterior y no arreglar lo que tienen en casa...suele pasar.
Un saludo

oria dijo...

Suelen decir por megafonía los cambios que tiene ese tren pero suele funcionar tan mal que ni los americanos lo entienden. El truco, cuando digan algo por megafonía sal en la siguiente parada. Casi seguro que el tren local en el que vas se convierte en express.

wontonsopabuena dijo...

Lo de los mensajes por megafonia es algo curioso. Es verdad que ni ellos mismos los entiendes, pero vamos, igual que pasa con los del metro de Madrid.
Lo más gracioso es que ya nos hemos encontrado con 2 que daban los mensajes rapeando, jajaja.

Rosa Zafra dijo...

Lo que no entiendo, es que un pais tan adelantado, sea tan guarro.
¿Los de sanidad no se preocupan?
El pasaje de la maquinita de pelar, esta graciosisimo.

Netambulo dijo...

Jajaja. Me parto leyendote. Crack