martes, 13 de septiembre de 2011

Los últimos días de Pompeya, digo de Nueva York

Muy poquito falta ya para la vuelta a Madrid y el fin de la aventura, pero como aún queda una semana para eso, voy a dejar para más adelante el típico post haciendo balance y demás morrallas y voy a contar un par de cosillas variadas.

Los progresos con el inglés

Aunque Elaine dice no notar una especial mejora en nuestro inglés yo sí la noto.
Para empezar nuestra profesora nos lo dijo a final del curso, aunque claro, tampoco nos iba a decir "menuda mierda de clases os he dado, no habeis aprendido nada, aquí teneis el dinero que habeis pagado".
De todas formas, yo la creo. Hablamos con bastante más fluidez y en cuanto al listening, cuando interactuamos con los lugareños entendemos sus borderías mucho mejor. Y en la tele me entero de casi todo, aunque claro, no tiene mucho mérito cuando se trata de los diálogos de Matrix que ya me se tan de memoria que podría interpretar a Neo en un remake (además, que no le tengo nada que envidiar en prestancia y silueta).

Sin embargo, he de confesar, que a pesar de las mejoras con el inglés, aun queda mucho camino por recorrer para tener realmente un muy buen nivel, y muestra de ello son algunas perlas que han salido de mi boca o han entrado en mis oidos a lo largo de estos 3 meses. Para deleite del personal voy a recopilar las más jugosas:

En una zapatería del outlet Woodbury encontré una Blackberry que alguien había perdido, así que me acerqué al dependiente y le dije mostrándole el móvil "excuseme, someone has stolen this cell phone" o dicho en castellano "disculpe, alguien ha robado este móvil". No me pregunteis porqué dije stolen (robado) en lugar de lost (perdido), pero podeis imaginar la cara del dependiente al tener yo en la mano el móvil y decirle que alguien lo había robado, vamos, una confesión en toda regla. Menos mal que rectifiqué al instante...

Otro momento sublime fue desayunando en Chicago. Quería pedirme las típicas "buttermilk pancakes", tortitas de mantequilla o leche en castellano. Pues yo, en un lapsus lamentable voy y pido "butterfly pancakes", o sea, tortitas de mariposas. Al menos el camarero hizo la vista gorda, me entendió y me dijo "iba a dejarlo pasar...".

Finalmente, otro momentazo, este con mi listening fue en la misa gospel a la que asistí con Elaine y mi hermana ayer domingo. Me tiré toda la misa extrañado porque cada dos por tres el pastor concluía sus frases con unos épicos "Hey!!! Men!!!" que yo interpretaba como "¡Venga hombres!" o algo así, en plan animando al personal. Tan raro se me hacía que ya pregunto a Elaine y la digo "¿pero por qué leches dice "Hey!! Men!!"?" a lo que ella me responde que lo que en realidad dice es "Amen" [Eimen]. Para olvidar...

Tiendas geeks

Nueva York está muy bien si eres un geek y quieres tiendas para satisfacer tus deseos más freakies. Yo, que muy orgullosamente me siento un gran freaky disfruto en ellas como el que más.

Cabe destacar la de la HBO, que aunque freaky, entra dentro de unos límites aceptables porque todo el merchandising es de series de bastante actualidad.

Pero hoy, Elaine y yo, hemos descubierto una tienda que supera todos los límites del freakismo. No se cómo no nos dio por entrar antes, pero lo hemos hecho hoy y casi me explota la cabeza. Se trata de la tienda de la NBC.

Esta tienda tiene, no solo merchandising de series y películas actuales, sino de cosas tan antiguas y casposas que me ha dado casi hasta vergüenza verlas:
Camisetas de ¡Un médico precoz!, ¡David Hasselhof!, ¡El coche fantastico!, ¡Wayne's World! y un largo etcétera que no es digno ni de ser mencionado.

Entre todo este merchandising, alguno bastante chulo:
-la camisa original del equipo de bolos de El nota (esta me da que va a caer fijo fijo).
- más merchandising muy chulo de El gran Lebowsky, destacando una camiseta de Jesús Quintana lamiendo su bola.
-varias camisetas de House, especialmente graciosa una en la que muestra una radiografía de tu abdomen.
- mucho mucho de Friends...

Esta tienda merecerá otra visita.

Neoyorquinos olvidadizos

Para acabar solo un apunte curioso. En una semana me he encontrado 2 Blackberries. La primera, como comentaba en la anécdota del inglés, en una zapatería del outlet Woodbury. La segunda, hoy mismo, en la tienda del Metropolitan del Rockefeller Center. También se la he dejado a los dependientes.
A la próxima aviso, me la quedo.

2 comentarios:

Rosa Zafra dijo...

A Pompeya ni lo nombres, ya se sabe lo que paso y estando en la zona cero menos.
Con el ingles ni te digo, lo he aprendido y olvidado mil veces y al final solo se entender a los ingleses que piden medicamentos en castellano.
Buen dia.

chicha dijo...

Tu nivel de Inglés tiene que ser muy bueno, lo digo porque a los americanos de la calle no hay quien los entienda, me imagino que ha debido ser toda una experiencia, sobre todo lo que cuentas sobre el freakismo.
Y por favor, a Pompeya ni la mientes, eres un peligro.