Una cosa positiva y dos negativas

Hoy voy a hablar de 3 asuntos que se me han quedado pendientes, 2 negativos y otro positivo, aunque el positivo no tiene que ver con Nueva York concretamente, así que hoy tocan palos para Nueva York.

Empiezo con lo positivo.

Los outlet

Los outlet estadounidenses, enormes centros comerciales con ropa de otras temporadas a precios muy bajos, tienen bastante fama entre los turistas que venimos a estas tierras. Nos llenan los oidos con cuentos de lo baratos que son y lo bien que están y yo reconozco que siempre he pensado que no sería para tanto. Pero después de haber estado en uno creo que tienen bien ganada su fama.

Elaine y yo fuimos al Jersey Gardens, que como su nombre indica están en Nueva Jersey, a 1 hora de Manhattan, aunque cogiendo el bus 111 en Port Authority se llega muy fácil.

Yo iba con idea de renovar cierto vestuario mio, como mis pantalones vaqueros, que mi madre ha remendado entre 1000 y 100000 veces. Es lo que tiene comprar en Zaras y demás, que la calidad deja mucho que desear. Y me niego a gastarme 100 eurazos en unos Levis.

Total, que aquí comprobé que mis temores eran infundados y todo estaba muy barato. Mi tarjeta echó humo: Levis, ropa interior CK (tamaño XXL), polos de Tommy Hillfiger, unas Nike...casi por el precio de unos Levis en España.

Me gasté mucho más que Elaine. Una pareja en la que el chico gasta más que la chica. Una vez más puse en peligro el continuo espacio-tiempo.

Ahora vamos con lo negativo.

La suciedad

Es impresionante lo sucia que puede llegar a ser esta ciudad y muchos de sus habitantes. No quiero generalizar, pero he visto a muchos neoyorquinos no cortarse un pelo a la hora de tirar papeles al suelo.

Y el hecho de no tener casi contenedores no ayuda mucho. Menuda imagen da ver los enoooormes montones de bolsas de basura de hoteles, supermercados, edificios de viviendas, establecimientos de todo tipo...por las calles hasta que llega el camión de la basura vete tú a saber cuando. Viendo esto hasta me parece poco haber visto un ratón y una cucaracha...lo más normal es que cojamos la malaria.

Y hay poquísimos barrenderos.

Tenemos pendiente una foto para ilustrar todo esto, pero hoy no nos apetecía sacar la cámara, así que otro día será.

Mala educación

Esto es tal vez lo que más me ha sorprendido y de lo que más me ha decepcionado. Siempre he defendido que de lo que más me gustó en mi primera visita a Nueva York fue la amabilidad de la gente y su hospitalidad.

Pero debió ser por ir de turista, ahora que "hacemos vida" aquí la cosa cambia. Uno se da de bruces con cajero/as del super y los vecinos...¡ay los vecinos! En 3 semanas aun está por ver uno que nos devuelva el saludo o nos sujete la puerta. A mi lo del saludo me pone frenético y ya estoy tentado de gritar el "¡¡¡¡HELLO!!!" de tal manera que me oigan en Seatle.

Pongo otro ejemplo. El otro dia, en Central Park se dio una situación graciosa y curiosa. Íbamos a entrar Elaine y yo en una tiendecita y al abrir la puerta coincidió que salió una pareja. Total, les sujeté la puerta. Pero no acabó ahi la cosa, estuvieron saliendo durante cerca de 1 minuto como 25 personas (juro que no exagero). La pareja que teníamos detrás Elaine y yo se descojonaba de la risa y yo admito que me estaba más riendo que otra cosa. Pero lo curioso, a lo que voy, es que ¡¡ninguno!!¡¡ni una sola de las 25 personas que salieron me dio las gracias!! Ahí si que al final grité (y bien gritado) un "¡¡¡DE NADA!!!" Del enfado me salió en castellano, una lástima.

En los supermercados hemos tenido algo más de suerte, al menos a veces saludan, pero suele haber malas caras.

Una gran decepción ya que he cambiado radicalmente mi opinión con respecto a este punto.

Ale, el próximo día otro post, y espero que más positivo y divertido.