martes, 30 de agosto de 2011

El ángel exterminador

"El ángel exterminador" es una de esas películas que dirigió Buñuel (o Buñuelos como diria el iPad) mientras estaba borracho, drogado o probablemente ambas cosas. En ella se cuenta la surrealista, por no decir absurda, historia de un grupo de personas que están cenando y que descubren que están atrapadas en el comedor, no por tener la puerta cerrada bajo llave sino porque siempre que quieren salir surgen las cosas más tontas e inoportunas que se lo impiden.

Cuento esto porque hoy me he sentido como en esa película cuando he recibido mail de Amtrak informando de que nuestro tren de mañana ha sido también cancelado. Me he sentido atrapado en Chicago, pensando seriamente en la posibilidad de que mil vicisitudes del destino nos dejen a Elaine y a mi viviendo el resto de nuestros días aquí. Definitivamene no debí pasar por Punxatawney, la marmota Phil me ha debido pasar su maldición y vivo el mismo día uno tras otro.

Pensando estaba yo en la feliz posibilidad de que explotara el núcleo terrestre y nos fuéramos todos a la mierda cuando he recibido nuevo mail de Amtrak diciendo que nos habían recolocado en otro tren, este dando un rodeo por Washington el miércoles y haciendo 3 horas de escala en dicha ciudad. El viaje solo duraría 27 horas y ya no seria coche cama sino asiento tipo AVE. Y encima saliendo el miercoles, pues otro dia mas en Chicago, que viene muy bien porque a pesar de llevar aquí 6 días aun nos quedan 2 o 3 calles que no nos sabemos de memoria. Total, una idea tan apetecible como que te echen hierro fundido por la espalda.

Las alternativas eran básicamente una o ninguna. No quedaban aviones para mañana y los que salían a New York el miércoles costaban la friolera de 1000€.
En estas estábamos cuando hemos recibido otro nuevo mail de Amtrak informando de que el tren asignado podíamos cogerlo también mañana en lugar del miércoles, que bueno, tal y como están las cosas, ahorrarme un día en Chicago me da la vida.

Total, que hemos pasado de un viaje de 20 horas, directo a New York y en coche cama, antes del huracán, a uno de 27 horas, con 3 de escala en Washington y en asientos normales.

Si después de todo esto este miércoles no estoy a las 6.30 en New York, poned todos las noticias porque seguro que me veis salir en ellas.

2 comentarios:

Rosa Zafra dijo...

Es posible que os pase como a Ulises y esteis retenidos por las sirenas, mejor os leeis el libro para ver como pudo escapar.
La verdad es que 27 horas de tren sentadicos,es una paliza y sin poder fumar, para mi seria una tortura china.

Maderuelo dijo...

Hay una segunda lectura... El ángel exterminador es aquel que trae la destrucción de los impíos. Leyendo sobre vuestro viaje, llego a la conclusión de que quizá, sin sospecharlo, seáis la encarnación de ese ser.

¡Abrazo!