lunes, 12 de noviembre de 2007

Pompeya y Herculano en el Conde Duque

El Centro Cultural Conde Duque acoge durante estos días la exposición Pompeya y Herculano, a la sombra del Vesubio. Tuvimos la suerte de asistir a la visita guiada y esto es lo que vimos.

La erupción del Vesubio

Las piezas más impresionantes de la exposición, sin ninguna duda, son los calcos en yeso de tres de las personas fallecidas durante la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. No obstante, hay que puntualizar que sólo son réplicas de los originales que se conservan en Pompeya.

Calco en yeso de figuras humanasCalco en yeso de figura humana










La erupción del Vesubio tuvo lugar un 24 de agosto y duró un día entero. A pesar de los signos que anunciaban la catástrofe, una serie de terremotos, prácticamente nadie supo interpretarlos.

Las gentes, que desconocían este tipo de fenómenos, atribuyeron las explosiones, cien veces más potentes que la bomba atómica, a un castigo divino y pensaron que acabaría pronto. Es por esto que muchos de los habitantes de Pompeya y Herculano no escaparon sino que se refugiaron en el interior de sus casas, donde encontraron la muerte. Otros, no obstante, acudieron a la playa tratando de huir.

El mejor testimonio que nos ha quedado del suceso es una carta de Plinio el Jóven, sobrino de Plinio el Viejo, naturalista y comandante de la flota romana por aquel entonces, que quiso la suerte que se encontrara muy cerca de Pompeya en el momento de los hechos. Plinio, interpretando correctamente los signos que el Vesubio le mandaba supo adivinar lo que se avecinaba y mandó sus naves a las playas a rescatar a los pompeyanos. Él, sin embargo, encontró la muerte.

De las 20.000 personas que habitaban en ese momento ambas ciudades, perecieron aproximadamente 2.000.

Pompeya, ciudad de vacaciones

Junto a las tres figuras humanas se encuentra el óleo de Pierre Jacques Volaire, Erupción del Vesubio desde el puente de la Magdalena.

Erupción del Vesubio desde el puente de la Magdalena, de VolaireComo nos explicó la guía de la visita, este tipo de cuadros, en los que fue maestro Canaletto, equivalen a las modernas postales. La sala muestra también varias acuarelas de Giacinto Gigante, autor italiano que pintó escenas de las ruinas de Pompeya.

Pompeya y Herculano eran, en época romana, lugares de veraneo de las clases acomodadas. Que la erupción tuviera lugar en agosto explica el porqué había tanta población en ambas ciudades y consecuentemente tantos fallecidos en la catástrofe.

Siglos después, las dos villas napolitanas continuaron siendo destinos turísticos formando parte del denominado Grand Tour, un viaje que solían realizar los jóvenes británicos de clase alta por Europa y que les llevaba desde Calais a Sicilia pasando por París, Ginebra, Florencia, Pisa, Roma…

Vida cotidiana en Pompeya y Herculano

Utiles de cocina romanosLa exposición se completa con objetos procedentes de las excavaciones como ánforas, cráteras, vasos de vino, sartenes, piezas de cerámica… que permiten imaginar cómo era la vida cotidiana en una casa romana.

Estatuillas de divinidadesEn sus viviendas, los romanos destinaban un espacio al culto a sus divinidades, por eso en las excavaciones se han recuperado estatuillas de lares, manes y otros dioses.



Varios frescos, literalmente arrancados de las paredes, enmarcados y colocados en collage, dan una idea de cómo ha evolucionado el concepto de arqueología desde las primeras excavaciones, en el siglo XVIII, hasta nuestros días. Entonces primaba la estética y hoy en día la representación fidedigna de la historia.
Fresco de Hércules con la piel del león de NemeaFresco del centauro Quirón instruyendo a Aquiles










Los frescos principales mostrados en la exposición representan al centauro Quirón instruyendo al héroe Aquiles y a Hércules con la piel del león de Nemea.

La visita guiada

A Margarita y a mi nos costó averiguar cuándo había visitas guiadas dado que el Centro Conde Duque no tiene página Web propia.

Por si os apetece ir, os informamos de que dichas visitas son los viernes y sábados a las 19:00 y los domingos y festivos a las 11:30.

La visita estuvo bien y los comentarios de la guía fueron bastante interesantes; para mí, sobre todo los relacionados con la erupción en sí. Eso sí, nos juntamos cerca de sesenta personas, lo que hizo que en algunos momentos fuera muy difícil seguir las explicaciones.

Además de los objetos expuestos, se proyectaban tres videos, aunque ni Margarita ni yo nos detuvimos a verlos. Me decepcionaron ciertos aspectos de la exposición, como su escaso número de piezas y que las figuras del principio fueran réplicas y no los originales, pero a pesar de esto recomiendo visitarla.

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