jueves, 3 de marzo de 2011

Reflexionando, que es gerundio

Vamos al grano: si tuviera que ponerle una nota entre el 0 y el 10, 0 lo mínimo, 10 lo máximo y 5 la mitad, al "día" de hoy, entendiendo por día los vuelos, sus efectos colaterales, el check in del apartamento y el resto de la tarde, yo le pongo un 7.

Y ahora entro en detalles. Como soy un poco anormal voy a contar lo peor, que además, lo bueno tiene menos gracia:

1) Aunque el apartamento responde a las (pocas) expectativas que había, el edificio en sí parece que se va a caer a cachos. Dios quiera que no haya un terremoto porque en ese caso no se qué será de nosotros.

2) Entre los productos de limpieza que nos dejan hay 3 insecticidas, uno de ellos para cucarachas...a ver, ¿es una indirecta? Mira que como vea una sola cucaracha me da un tabardillo.

3) Creo que ya se cómo se inventó "Humor amarillo", debió ser un tío tratando de darse una ducha en nuestro baño. Para apañarse hay que saber contorsionismo, practicar remo, gimnasia rítmica y tener un máster en prevención de riesgos laborales.

4) Casi desfallezco tratando de subir los 25 kilos de maleta a un cuarto sin ascensor, pero no solo he podido sino que creo que gracias a eso he desarrollado unos fornidos músculos que ni Hulk hogan en sus años mozos.

5) Hago una mención especial a la lamentable conversación que he tenido con el tío de inmigración, 5000 años de evolución humana echados a perder en 5 tristes minutos. La conversación, traducida al castellano, ha venido a ser tal que así:

Tío de inmigración: "¿Y porqué necesita estar aquí 85 días?
El que suscribe: "Pues porque estoy de año sabático, tengo tiempo y quiero aprovecharlo para conocer Tokio y el país".
Tío de inmigración: "¿Y porqué necesita estar aquí 85 días?
El que suscribe con cara de asombro: "Pues porque estoy de año sabático, tengo tiempo y quiero aprovecharlo para conocer Tokio y el país".
Tío de inmigración: "¿Y porqué necesita estar aquí 85 días?
El que suscribe con cara de más asombro: "Pues porque estoy de año sabático, tengo tiempo y quiero aprovecharlo para conocer Tokio y el país".
Repítase esto en bucle hasta 4 veces más, momento en el cual me ha dejado pasar, váyase usted a saber porqué. Yo creo que ha intentado conmigo algún extraño truco Jedi y, por supuesto, no le ha funcionado conmigo.

Bueno, voy a poner una cosa muy buena:

1) Te asomas por nuestro balcón y ¡¡que vistas!! Siento que se tomara con un móvil y no se vea mejor, pero se ven en el centro el impresionante Gobierno Metropolitano y justo a a derecha, algo cortado, el Park Hyatt.

Solo decir que ya estamos instalados en Tokio

Y 2 incisos antes de acabar el post:

- No encontramos sal por ningún lado, ¡ay de nosotros! Todas nuestras comidas estarán sosas.
- Acabamos de ver una araña, de tamaño microscópico, sí, pero una araña al fin y al cabo, ¡que mal rollo...!

Seguiremos en antena.

6 comentarios:

Paco Zafra dijo...

Jaja! Me he reido un montón con tu post! Me alegro que llegáseis bien!!! A ver que tal pasais la primera noche. Espero que no os ataquen un ejército de insectos gigantes ;-). Estoy deseando ver como es el piso por dentro y las impresiones de vuestras primeras andanzas por Tokyo.

Agus dijo...

Jajajajaja.. Ana y yo no paramos de reirnos... me estaba imaginando la conversación y no paraba de reirme... Tengo ganas de saber más, please actualizad el blog con la primera nocha que será la bomba!! jajajaja

Un equipo de verdad dijo...

Con los insectos no problem, iros acostumbrando que vuelta y vuelta en la sartén están para chuparse los dedos. Y con el de inmigración lo malo será a la vuelta: ¿Y para qué quiere usted volver a España? jajaja. Un abrazo muy fuerte para tí y para Elaine y estamos atentos a tus crónicas desde Tokio ;)

Javier dijo...

Jajaja, valor, seguro que os molara la estancia por alli aunque sea con cucarachas

Rosana dijo...

Estoy esperando la siguiente entrega jajaja, ¿podéis mandar alguna fotillo del piso?? ¿las que tenemos son de otro o qué pasa? :P

Ah, ¿y porqué necesitáis estar ahí 85 días? (que no 86)

David dijo...

Jeje, muy bueno Rubén.
No sabía que le tuvieras tal pánico a los bichos. Ya te imagino corriendo a la velocidad de la luz gritando como una niña a la vista de una chinche...
Claro, que he visto que no te has asustado con el otro bicho que te has cruzado, el de la aduana. ¿Era japonés?
Venga, ciao!